BEIJING, 2 de septiembre de 2024 /PRNewswire/ -- Ubicado a 95 kilómetros al sureste de Addis Ababa, en el corazón del Rift de África Oriental, el proyecto de energía eólica Adama se alza imponente con sus impresionantes turbinas blancas de 80 metros de altura. El proyecto, construido por empresas chinas, es un hito en la asociación entre China y los países africanos.
Desde que comenzaron a operar en mayo de 2015, las turbinas eólicas han sido una fuente vital de energía para unos 600.000 hogares. Han ayudado a aliviar la escasez de energía de Etiopía, han reducido la necesidad de generadores diésel y han apoyado el crecimiento económico. Se crearon alrededor de 2.100 puestos de trabajo locales y varias universidades participan en la formación y el mantenimiento. Esta experiencia práctica ha preparado a muchos para futuros roles en el sector de la energía eólica de Etiopía.
La ciudad de Adama también ha experimentado un crecimiento significativo, con un aumento de su población de 324.000 en 2015 a más de 480.000 en 2023. La mejora de la infraestructura y la inversión han atraído a empresas de varios países, lo que ha provocado cambios rápidos en el paisaje de la ciudad. Para los habitantes de las zonas cercanas, las mejoras en el transporte, la electricidad confiable y el mayor acceso a la educación y la atención médica han mejorado enormemente su calidad de vida.
Las empresas chinas han traído tecnología verde avanzada a Etiopía, ayudando al gobierno a cumplir sus objetivos de energía renovable. Y la colaboración también ha contribuido a una transformación verde y a la lucha global contra el cambio climático.
China y los países africanos han disfrutado de una amistad desde la Segunda Guerra Mundial, y en los últimos años se ha visto una creciente colaboración a través de iniciativas como la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI). Desde ferrocarriles y carreteras hasta parques eólicos y centrales eléctricas, así como escuelas y hospitales, los proyectos de infraestructura respaldados por China han apoyado el desarrollo económico africano en todo el continente.
El ferrocarril Addis Ababa-Djibouti, una arteria de transporte que conecta Etiopía y Djibouti, por ejemplo, ha reducido enormemente los tiempos de viaje, reducido el coste logístico e impulsado el crecimiento económico local. Hasta la fecha, el ferrocarril ha transportado 680.000 pasajeros y 9,5 millones de toneladas de carga, con una tasa media de crecimiento anual del 39 por ciento en ingresos.
Según el libro blanco "China y África en la nueva era: una asociación entre iguales", publicado por el Consejo de Estado de China en 2021, desde la creación del Foro de Cooperación China-África (FOCAC) en 2000, las empresas chinas han ayudado a los países africanos a construir o modernizar más de 10.000 kilómetros de vías férreas, casi 100.000 kilómetros de carreteras, aproximadamente 1.000 puentes, casi 100 puertos y 66.000 kilómetros de transmisión y distribución de energía.
Lazos económicos y comerciales más estrechos
Además de los proyectos de la BRI, China y los países africanos también han desarrollado lazos económicos y comerciales más estrechos con un volumen comercial cada vez mayor y productos y servicios diversificados. China ha sido el mayor socio comercial de África durante 15 años consecutivos. Los datos de la Administración General de Aduanas de China mostraron que el comercio entre China y África alcanzó un récord de 282.100 millones de dólares en 2023, un aumento del 1,5 por ciento interanual, y el comercio entre China y África aumentó un 5,5 por ciento interanual a 1,19 billones de yuanes (unos 166.600 millones de dólares) entre enero y julio.
Según Sang Baichuan, decano del Instituto de Economía Internacional de la Universidad de Economía y Negocios Internacionales de China, el comercio entre China y África ha crecido rápidamente como resultado de una cooperación beneficiosa para ambas partes. Dijo que la economía china y las economías de los países africanos son altamente complementarias, ya que China posee tecnologías maduras y aplicables, equipos y capital suficiente, mientras que los países africanos tienen ventajas significativas en términos de mano de obra y recursos naturales.
"El fortalecimiento de los lazos comerciales entre China y África es beneficioso para aprovechar sus respectivas ventajas y amplios mercados, lograr beneficios mutuos y un desarrollo beneficioso para ambas partes", dijo Sang.
Diane Sayinzoga, funcionaria de alto nivel de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), también elogió la asociación comercial entre China y África, y dijo que ha facilitado importantes proyectos de infraestructura que son cruciales para la integración económica y el crecimiento del continente africano.
Añadió que la asistencia de China también está en consonancia con los objetivos de UNCTAD de promover el desarrollo sostenible de África mejorando sus capacidades de fabricación, aumentando las oportunidades comerciales, fomentando la diversificación económica e integrando a los países africanos en la cadena de valor mundial.
La Cumbre FOCAC 2024 se celebrará en Pekín del 4 al 6 de septiembre. Los expertos afirman que el foro será una oportunidad crucial para que China y África profundicen sus relaciones económicas y comerciales, logren beneficios mutuos y promuevan objetivos de desarrollo compartidos.
"FOCAC ha dado lugar a numerosos acuerdos sobre proyectos de inversión, comercio y desarrollo entre China y los países africanos para lograr objetivos de desarrollo compartidos, que están en perfecta sintonía con la misión de UNCTAD", afirmó Sayinzoga.
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